¿Qué debo de saber antes de buscar un ave como mascota, como hacer una elección informada?
Dependiendo en la encuesta que se revise y con cierta variabilidad de país en país las aves son la cuarta mascota más común en los hogares de las personas. En México llegando incluso al tercer lugar en popularidad y frecuencia. Sin embargo, ocupan el primer lugar en realojamiento o cambios múltiples de tutores de todas las mascotas. Esto es un fenómeno que se da por diversas causas, la primera de ellas es la falta de información previa a la toma de decisión de buscar una mascota de este tipo. Otro de los factores por lo que esto ocurre es que las aves y en particular los Psitácidos son más longevos que la mayoría de las mascotas y requieren de un compromiso a largo plazo. En este breve artículo comentaremos algunos de los principales puntos a considerar antes de buscar ser el tutor de un ser vivo con necesidades no solamente físicas sino afectivas y psicológicas. Seres que poseen no solamente una gran belleza exterior con su plumaje llamativo, sino que son seres sumamente complejos e inteligentes que requieren de cuidados específicos para poder gozar de una vida larga y plena.
El primer punto a considerar tomando en cuenta que es la principal causa por la que las aves son realojadas es el ruido. Muchas personas quieren tener un loro o ave como mascota por la capacidad que tienen para imitar sonidos y palabras. Esta capacidad les viene dada por un órgano en la tráquea llamado la siringe, que es el equivalente a las cuerdas vocales en los seres humanos. Este órgano les permite generar una gran variedad de sonidos que tienen una gran utilidad para ellos en la naturaleza. Mediante estos sonidos que son conocidos como “garridos” o “chirridos” los psitácidos se comunican a través de grandes extensiones de terreno en su hábitat natural. Muchos de ellos habitan en selvas o zonas espesas de vegetación y sus llamadas tienen que ser suficientemente potentes para atravesar estas barreras para poder comunicarse. Tomemos como ejemplo las guacamayas, cuyos garridos superan los 100 decibeles. Este nivel de ruido es suficiente para causar daño al oído humano en exposiciones prolongadas y equivale al sonido de una sirena de policía.
Otro punto por considerar es que en la naturaleza los psitácidos son presas y la comunicación es necesaria para alertarse de potenciales depredadores o peligros, algo vital para su supervivencia. Estas características están impresas en su ADN y forman parte de su conducta biológica por lo tanto están presentes también en los psitácidos en cautiverio. Muchas personas no consideran esto antes de integrar un ave a la familia y después no son capaces de tolerar el nivel de ruido que generan. En otros casos aunque ellos sean capaces de tolerar el nivel de ruido las condiciones de vivienda (apartamentos, vecinos, otros miembros de la familia) no son capaces de tolerar el nivel de ruido y esto termina suponiendo una de las principales causas de realojamiento. Por ello debemos conocer el nivel de ruido que produce cada especie, ya que no es lo mismo los más de 100 decibeles alcanzados por una guacamaya o cacatúa a los 20 decibeles que puede generar un periquito australiano o un agapornis. El ruido no solamente debe ser tomado en cuenta de acuerdo a su intensidad que es por supuesto uno de los puntos más importantes sino en cuanto a la frecuencia. Existen especies mucho más vocales que otras y constantemente están comunicándose mientras que hay algunas otras que la frecuencia de sus llamados es mucho menor. Esto varía de ejemplar en ejemplar y también está condicionado en muchas ocasiones por estrés, aburrimiento o reforzamiento de conductas negativas cuando los tutores no ofrecen a sus aves condiciones adecuadas de vida. De aquí emana la importancia de informarse ampliamente previamente para evitar condicionar estas conductas y agravarlas.
La inteligencia de los psitácidos los convierte en seres sumamente complejos y dificulta su manutención en cautiverio. Es muy importante estimular a nuestros emplumados de manera no solamente física sino mental. Esto podemos lograrlo mediante entrenamientos los cuales retan el intelecto de los emplumados, sin lugar a duda ellos disfrutan de estas actividades y se benefician ampliamente de ellas. Se recomienda que los entrenamientos se realicen mediante técnicas de reforzamiento positivo y siempre son más sencillos de realizar en ejemplares desde la etapa de papilleros y destete, sin embargo, nunca es demasiado tarde para empezar. Otra de las actividades que ayudan a estimular a nuestros emplumados en cautiverio son las actividades de forrajeo. Recordemos que en la naturaleza los psitácidos dedican la mayor parte del día a actividades relacionadas con la búsqueda y obtención de alimentos. Cuando en cautiverio se les brindan alimentos en abundancia y listos para que ellos los coman sin más esfuerzo que el tomarlos de su comedero nuestros emplumados presentan aburrición, ansiedad e incluso depresión. Debido a esto se pueden realizar múltiples actividades que les supongan un mayor esfuerzo para conseguir sus alimentos favoritos y con esto dedican una mayor parte de su tiempo a la obtención de alimentos. Dentro de estas actividades se incluyen también los juguetes seguros para aves los cuales deben estar diseñados para que puedan jugar con ellos, romperlos y estimular sus mentes. Se recomienda que tengan una gran diversidad de texturas, colores, materiales para brindar una mayor estimulación.
Otro factor a considerar es el nivel de atención que requiere cada ejemplar, por supuesto que nuestros emplumados son más felices entre más tiempo les podamos dedicar sin embargo, hay especies que son más demandantes que otras y que requieren un mayor de atención. Aunque como bien sabemos cada ave tiene sus características y personalidad individual muchas comparten ciertas características por especie. Esto debido a su comportamiento en la naturaleza hay especies que en su estructura social son más gregarias y sociales, esas especies en cautiverio normalmente se benefician de tener compañía de otras aves. Algunas otras especies en la naturaleza tienen un carácter más independiente y en cautiverio se adaptan mejor a una vida más independiente. Recordemos que muchas de las especies de psitácidos son conocidas por ser monógamas en la naturaleza por lo cual en cautiverio forman vínculos y lazos muy estrechos con sus tutores por lo que pueden sufrir ansiedad y depresión en casos de separación y en casos de realojamientos suelen pasarla muy mal.
Otro aspecto para considerar sin lugar a duda son los aspectos económicos y esto engloba muchos temas. El tener una mascota exótica nunca es una necesidad y por lo tanto solamente debemos considerarlo si podemos permitirnos brindarle una excelente calidad de vida a un emplumado. Dentro de los aspectos económicos se engloban el costo de adquisición de un ejemplar el cual siempre se recomienda sea de un criadero, una de las principales amenazas a nivel mundial para los psitácidos es el tráfico y comercio ilegal de especies. Esto es un fenómeno que sucede a nivel global, en América están sumamente amenazadas muchas especies por el comercio ilegal de las mismas dentro de los países que ellas habitan e incluso se exportan de manera ilegal a muchos países, en África, Asia, Indonesia y Oceanía sucede el mismo fenómeno. Posteriormente tenemos que considerar el costo de tener un espacio adecuado para nuestros emplumados, recordemos que entre más grande sea la jaula que podamos ofrecerles siempre será mejor para ellos, esto les permitirá ejercitarse para mantener una adecuada salud cardiovascular, si la jaula es suficientemente amplia para permitirles el vuelo mejor. Dependiendo el lugar en donde habitemos se puede plantear jaulas de vuelo en el exterior más alguna jaula en interior para permitirles dormir dentro de ella o para estar cuando el clima no lo permita. Otro de los costes significativos que suponen su manutención son la alimentación la cual debe ser específica para cada especie. Hay especies frugívoras que consumen principalmente frutas, flores y polen mientras que hay especies con dietas principalmente granívoras, la mayoría de las especies tienen una dieta sumamente variada en la naturaleza. En cautiverio se recomienda una alimentación balanceada la cual cubra sus necesidades nutricionales de manera adecuada, las principales deficiencias en las dietas en cautiverio son en proteína y calcio, por esto se recomienda los pellets o croquetas especiales para psitácidos, los cuales deben complementarse con frutas y verduras frescas, así como mixturas de granos y semillas y se recomienda ofrecer de manera esporádica germinados de semillas. Además del costo de alimentación se debe plantear también el costo de atención veterinaria. Los psitácidos en la naturaleza como comentamos anteriormente son presas por lo que ellos no suelen mostrar signos o síntomas de enfermedad hasta que es demasiado tarde, debido a esto se recomiendan revisiones semestrales con un veterinario especialista en exóticos. Esto ya que la mejor medicina es la preventiva y con ello podemos garantizar que nuestros emplumados se encuentren en óptimas condiciones de salud. Por último, considerar los gastos que supone el ofrecerles constantemente juguetes y actividades de forrajeo los cuales por la propia naturaleza de las aves romperán y destruirán por lo que deben ser cambiados de manera bastante constante.
Por último y no menos importante algo que se debe siempre considerar es con quienes convivirá nuestro emplumado. Si en el hogar hay niños pequeños hay especies de psitácidos que son más nerviosos que otros y probablemente para ellos represente una ansiedad o estrés tremendo la convivencia con niños pequeños. Esto sin mencionar que esa convivencia nunca está exenta de riesgos tanto para el emplumado como para los niños que pueden llevarse mordeduras que pueden ser bastante peligrosas por la fuerza que son capaces de generar con su pico muchas especies grandes como guacamayas, cacatúas y amazonas. Debemos también considerar si tenemos otras mascotas como perros y gatos. Con esto hay que recordar siempre que tanto perros como gatos son depredadores, los psitácidos son presas y esta convivencia puede suponerse también un estrés elevado y jamás estará exenta de riesgos de alguna posible mordedura e incluso lamentablemente ocurren casos en que los emplumados pierden la vida a causa de otras mascotas del hogar algo que debe evitarse a toda costa.
En resumen, como hemos podido constatar la decisión de incluirlos en la vida familiar y asumir la responsabilidad de convertirnos en los tutores de un ave no es una decisión que deba ser tomada a la ligera. Nuestros amigos emplumados son unos de los seres más maravillosos que existen, capaces de formar vínculos increíbles con sus tutores que perduran por toda una vida. Como tutores tenemos la responsabilidad de ofrecerles la mejor calidad de vida para hacer de su vida en cautiverio una sana tanto a nivel físico como a nivel psicológico y emocional. El informarnos antes de tomar una decisión evitará que tomemos decisiones incorrectas y esto evitará el sufrimiento de muchos seres vivos. Resaltamos la importancia de una tenencia responsable, así como la importancia de la reproducción en cautiverio como esta ha salvado de la extinción a múltiples especies, sin embargo en nosotros está hacer las cosas de una manera correcta y poder sentirnos orgullosos de hacerlo.
Compartir: